El virus de la influenza presenta un desafío especial para los investigadores ya que la información genética se almacena en el RNA, más susceptible a la mutación y que permite que los virus se desarrollen más rápidamente que cuando se trata de DNA. Debido a esto, a veces es difícil que el huésped desarrolle una inmunidad durante un largo periodo.
Debido a que la mayor parte de manipulaciones realizadas con el DNA no se pueden realizar con el RNA, la técnica de genética reversa se utiliza para realizar un procedimiento llamado trascripción reversa, en la cual el material genético de los virus RNA se transforma en DNA donde las modificaciones pueden ser introducidas fácilmente para reconvertir posteriormente el DNA en RNA.
Las vacunas actuales para cerdos y humanos se basan en el virus inactivado y su eficacia es variable en función de las cepas circulantes en la población susceptible. Las vacunas vivas modificadas generadas mediante la técnica de genética reversa pueden dar lugar a una mejor estimulación de la respuesta inmune en comparación con las vacunas a partir del virus muerto. Existe, sin embargo, la posibilidad que la vacuna con el virus vivo modificado no sea tan segura como las vacunas del virus muerto ya que puede ocurrir en alguna ocasión que la vacuna con el virus vivo modificado gane virulencia mientras se replica dentro del huésped vacunado.
Miércoles, 11 de febrero de 2004/ARS-USDA/Estados Unidos
http://www.ars.usda.gov