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Se repartieron 22 cerdas gestantes en dos grupos para comparar los tratamientos siguientes: control (dieta estándar, sin aromas, para las cerdas y sus lechones) vs Pienso Aromatizado (cerdas: aroma de carne ahumada y lechones: aroma de vainilla). La concentración de los aromas era de un 0,04% y las cerdas recibieron este pienso desde el último mes de gestación hasta el final de la lactación mientras que los lechones recibieron el pienso aromatizado durante la lactación.
Debido a un incremento en el consumo de pienso de lactación (+ 0,4kg/cerda) la pérdida de peso fue un 7,17% inferior. También se detectó un aumento de los lechones destetados (+ 3,03%) y éstos fueron más pesados al destete (390 g/lechón). En este caso el uso de estos aromatizantes encareció el coste del pienso en un 4,38% mientras que el valor de los lechones producidos se incrementó en un 8,12%.
Aunque el número de animales utilizados es demasiado bajo para sacar conclusiones firmes, estos resultados sugieren que el uso de aromas en el pienso es una buena opción para momentos en que la ingestión está comprometida en cerdas y lechones lactantes.
B. Zivkovic, W. Migdal, M. Saftic, C Radovic, M. Fabjan y Z. Miljevic 2003. Biotechnology in animal husbandry 19 (5/6) 271-276
