En el experimento 1, se alimentaron dos grupos con pienso sin acidificar o con 2,4 % de K-diformato con o sin posibilidad de elección. Los animales en el grupo de elección tenían la opción de escoger entre dieta sin acidificar o dieta suplementada con 1,2 y 2,4 % K-diformato. El consumo, GMD y la conversión fueron 751 g, 458 g y 1,64 kg/kg, respectivamente, sin diferencias significativas entre los tratamientos. En los grupos de elección, los animales seleccionaron una dieta u otra de modo aleatoria (alrededor del 50% cada una).
En el experimento 2 los animales recibieron una dieta sin acidificar o suplementada con 1,2 % ácido fórmico, ó 1,2 % ácido sórbico. Los animales de los grupos de elección podían escoger entre la dieta sin acidificar y la dieta con 1,2 % de ácido fórmico ó con 1,2 % de ácido sórbico. El crecimiento o el consumo no se vieron afectados, pero la conversión se mejoró con el suplemento de 1,2% de ácido fórmico. Los animales con posibilidad de elegir mostraron una clara preferencia por la dieta sin acidificar (las dietas con ácido fórmico y sórbico sólo representaron un 13,5 y un 23,5 % del consumo).
Los resultados indican que la inclusión de 1,2 % de ácido fórmico o sórbico o de 2,4 % de K-diformato en la dieta de lechones no tiene un efecto negativo sobre el consumo pero, si pueden elegir, los animales rechazan las dietas con 1,2 % de ácido fórmico o sórbico, presumiblemente a causa del sabor. El uso de K-diformato, en distintas cantidades, no tiene efecto sobre las preferencias alimenticias de los lechones.
T Ettle, K Mentschel, FX Roth. 2004. Archives of Animal Nutrition. 58(5):379–388