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La experiencia se llevó a cabo en Alemania en tres zonas distintas, con tres razas autóctonas diferentes, durante tres años. En total se realizaron 725 exámenes clínicos individualizados en machos y hembras, así como coprologías, muestras de sangre, raspados de piel e hisopos nasales. También se evaluó la capacidad reproductiva y el desarrollo de los lechones. La media fue de 10 nacidos vivos y 8,5 destetados por cerda y año. La GMD durante la lactación fue de 200g. En lactantes se llegó al 30% de bajas. Se observaron lesiones de peleas por dominancia o por competitividad cuando se suministraba alimento extra. La condición corporal tenía grandes variaciones, especialmente en las épocas de lactación. La mayoría de animales presentaron infecciones por coccidia, estróngilos, ascaris, metastróngilos y trichuris, aunque ninguno mostró síntomas de enfermedad. En lechones se encontraron numerosas cojeras y abrasiones de la piel. Los principales inconvenientes para los lechones son la humedad, el frío y los parásitos.
Los tratamientos antihelmínticos sólo solucionaban el problema temporalmente. Con el actual sistema de vallas no puede crearse una protección permanente contra epidemias, ya que no pueden mantenerse alejados los pequeños mamíferos ni los pájaros. Quizá un programa de monitorización del estado sanitario podría reducir estas pérdidas. Se recomienda que las cubriciones se lleven a cabo durante una semana para evitar pérdidas por lactancia cruzada.
K. Thies, J. Hartung, K.-H. Waldmann. Extensive husbandry of pigs: animal health and epidemic disease aspects in the context of landscape conservation. Proceedings of the 18th IPVS Congress. 2004. (2):699
