Durante el estudio se examinaron, entre los años 2001 y 2002, 100 explotaciones porcinas de Ontario determinando el tipo de medicamentos utilizados y analizando los microbios para identificar los patrones de resistencia antimicrobiana. Se aislaron 283 y 368 E. coli en 2001 y 2002, respectivamente, procedentes de muestras fecales de cerdos de engorde en explotaciones de ciclo cerrado o de crecimiento-engorde y se determinó la resistencia de cada aislado a 16 antimicrobianos diferentes para detectar posibles resistencias. De las cepas estudiadas más de tres cuartas partes mostraron resistencia a uno o más de los antimicrobianos más viejos como la tetraciclina, estreptomicina y sulfametoxazol y para ambos años alrededor de un 70% de los aislados fueron resistentes a dos o más antimicrobianos.
Según los autores del estudio la resistencia antimicrobiana en las explotaciones está lejos del consumidor. Pero si las bacterias contaminan la carne y productos derivados y los consumidores no siguen las buenas prácticas relacionadas con la seguridad alimentaria, como tiempo de cocción suficiente o limpieza de manos antes de entrar en contacto con el alimento crudo, podrían infectarse con bacterias patógenas que pueden haber adquirido resistencia.
Marzo de 2004/Ontario Pork News/Canadá
http://www.ontariopork.on.ca/