En una prueba de 35 días con 216 lechones de 4.9 Kg de PV, se suministraron 6 dietas con niveles crecientes de L-Car: 0, 250, 500, 750, 1000 o 1250 ppm.
Al final del periodo se procedió al sacrificio de los animales y no se observó efecto de la L-Car sobre la GMD. Sin embargo el depósito de grasa tendió a disminuir con niveles crecientes de L-Car (p<0.10).
En otra prueba se utilizaron 96 cerdos, entre 34 Kg de PV y el sacrificio a los 103 Kg, para investigar el efecto de añadir L-Car a las dietas para cerdos de engorde. También se formularon 6 dietas con niveles crecientes: 0, 25, 50, 75, 100 y 125 ppm de L-Car.
No hubo efecto sobre el crecimiento de los animales pero la incorporación de L-Car influyó en el depósito de magro en la canal (0 ppm=87, 50 ppm=107, 75 ppm=102 g /d, p<0.05). Además también redujo el espesor de la grasa Dorsal (0 ppm=3.02, 50 ppm=2.51, 75 ppm=2.79 cm, p<0.05). La dosis optima de L-Car, estuvo entre 49 y 64 ppm.
La suplementación con L-car no afectó el crecimiento pero suministrada entre 49 y 64 ppm durante el cebo, incrementó el crecimiento magro y redujo la grasa dorsal a nivel de la 10ª costilla.
K.Q.Owen, J.L.Nelssen, R.D. Goodband, M.D.Tokach y K.G. Friesen. Journal of Animal Science 2001. 79:1509-1515