Treinta y seis cerdos fueron agrupados por peso corporal y asignados a uno de los siguientes grupos experimentales: castración quirúrgica (C); machos enteros (EM) y machos enteros alimentados con RPS (30 g RPS/100 g dieta; EM+).
En los machos enteros, en comparación con los castrados, el crecimiento fue más lento (EM: 771, EM+: 776 vs. C: 830 g/d), el consumo de pienso menor (EM: 1,87, EM+: 1,89 vs. C: 2,23 kg/d) y la conversión de alimento más eficiente (EM: 2,42, EM+: 2,44 vs. C: 2,69 kg/kg). Respecto a las características de la canal, en los machos enteros el rendimiento de la canal fue menor (EM: 79,4, EM+: 79,4 vs. C: 81,6%) y el porcentaje de piezas nobles mayor (EM: 57,3, EM+: 56,5 vs. 52,6%) en comparación con los machos enteros. El peso de los órganos (corazón, riñones y glándulas salivares) fue mayor en los machos enteros. En relación con la calidad de la carne, si bien no se observaron diferencias entre tratamientos, el tejido adiposo era más insaturado en los machos enteros en comparación con los castrados (EM: 69,1, EM+: 67,2 vs. C: 63,6). Por último, la inclusión de RPS redujo las concentraciones de escatol en los tejidos (EM: 0,85 vs. EM+: 0,22 μg/g) mientras que no afectó sobre los niveles de androstenona e indol.
Los resultados muestran nuevamente que si bien los machos enteros son más eficientes en comparación con los castrados, los niveles de androstenona en los machos enteros continúa siendo un problema que afecta a la calidad de la carne.
C. Pauly, P. Spring, J. V. O’Doherty, S. Ampuero Kragten and G. Bee. Performances, meat quality and boar taint of castrates and entire male pigs fed a standard and a raw potato starch-enriched diet. animal (2008), 2:1707-1715.