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Se utilizaron lechones destetados a los 21 días de vida que fueron alimentados con una dieta estárter comercial durante una semana. A los 8 días post-destete, 96 lechones (48 machos enteros y 48 hembras, PV promedio de 7,97 ± 0,4 kg) los cuales fueron distribuidos en 24 corrales (4 lechones/corral), en función del sexo y el peso vivo al inicio del experimento. Los tratamientos experimentales consistieron en 0, 5 y 10% de inclusión de glicerina en una dieta en base a maíz-harina de soja las cuales fueron distribuidas aleatoriamente en los distintos corrales. Las dietas se ofrecieron ad libitum y en forma de harina. Semanalmente se pesaron los animales y los comederos para determinar la ganancia media de peso (GMD), el consumo medio (CMD) y el índice de conversión (IC). Al final del experimento se registró el espesor de grasa dorsal y de magro mediante un escáner de ultrasonidos a tiempo real en matadero. Se recogieron muestras de sangre previo transporte de los animales y en el momento del sacrificio para el análisis de metabolitos a nivel plasmático. Además se recogieron muestras de tejido de riñón, hígado y ojo para el examen de lesiones características derivadas de la toxicidad del metanol. Después de una noche de reposo de las canales, se sacaron los lomos para las determinaciones de calidad de la carne, la evaluación sensorial y el análisis del perfil de ácidos grasos.
No se observaron efectos sobre el CMD, la GMD ni el IC asociados a los tratamientos experimentales a lo largo de todo el período experimental (138-d). Las características de la canal medidas como espesor de grasa dorsal a la altura de la décima costilla, el área de lomo, porcentaje de magro y deposición diaria de magro no se vieron alteradas por los tratamientos experimentales. Los tratamientos no afectaron al porcentaje de magro, el contenido de humedad o el porcentaje de lípidos en la chuleta. El pH final en el lomo se vio aumentado (P=0,06) en los animales alimentados con un 10% respecto a los alimentados con un 5% de glicerina. Los animales alimentados con la dieta suplementada con un 10% de glicerina presentaron menor contenido de ácido linoleico (12:2) respecto al resto de tratamientos experimentales y la concentración de acido eicosapentanoico (20:5) se vio aumentada a medida que aumentaba la suplementación de glicerina. Tanto la calidad del lomo como las características sensoriales no se vieron afectadas por la dieta así como tampoco sobre los metabolitos a nivel plasmático. La frecuencia de lesiones histológicas a nivel de riñón, hígado y ojo se vio alterada por el efecto del tratamiento experimental.
Se concluye que la adición de hasta el 10% de glicerina en las dietas para cerdos en fase de crecimiento y engorde no afecta a los parámetros productivos, a la calidad de la carne ni a la salud animal.
PJ Lammers, BJ Kerr, TE Weber, K Bregendahl, SM Lonergan, KJ Prusa, DU Ahn, WC Stoffregen, WA Dozier and MS Honeyman. 2008. Journal of Animal Science, 86:2962-2970.
