Cuatro grupos de cuatro cerdas se sometieron a cuatro tratamientos. En cada periodo cada grupo tuvo acceso a 160m2 de pasto durante 4 horas al día durante 5 días. Los tratamientos tenían distintas zonas para hozar de 4 m2: tierra blanda seca (D), tierra blanda húmeda (W) suelo seco con 400g de trigo y cebada (S) ó no tenían área para hozar (N).
Las cerdas pasaban el 70% de os primeros 15 min pastando, que se reducía al 20% en la hora final. El aumento de temperatura ambiente conllevó una disminución del pastoreo y un aumento del tiempo que pasaban hozando o estiradas. Cuando existía, pasaban el 23% del tiempo en el área para hozar, sin diferencia entre los tratamientos. El 40% del tiempo que pasaban estiradas, lo hacían dentro del área para hozar. Solo en las W se correlacionó el uso de la zona para hozar con la temperatura ambiente. El daño sobre el pasto estuvo claramente afectado por el tratamiento, siendo más dañada la N, seguida por la S y la D; la menos dañada fue la W. Aparentemente hozar en el pasto tenía por objetivo crear una zona fresca para estirarse. Las S buscaron comida en la zona para hozar, por lo que las compañeras de experimento tuvieron que estirarse fuera: esto podría explicar el mayor daño sobre el pasto en S que en D y W.
Ofrecer un área fresca para estirarse y revolcarse reduce el daño al pasto, pero ofrecer oportunidad de forrajear en dicha zona no.
HW van der Mheen y HAM Spoolder. Designated rooting areas to reduce pasture damage by pregnant sows. 2005. Applied Animal Behaviour Science. 95(3-4):133-142