En todos los casos se demostró la presencia de PCV2 en los ganglios linfáticos afectados, pero se descartó desmedro tras investigar las granjas de origen. Además, tampoco se observaron las lesiones histopatológicas características de desmedro. No se aisló ningún otro agente patógeno (se buscó particularmente E. coli necrotoxigénica). Los resultados sugieren que el PCV2 asociado a la linfadenitis necrotizante podría ser una nueva manifestación clínica de la infección por PCV2 en cerdos.
J Kim, C Chae. Necrotising lymphadenitis associated with porcine circovirus type 2 in pigs. 2005. Veterinary Record. Vol. 156(6):177-178