Se compararon dos lotes de 21 y 24 cerdas alojadas individualmente y 4 lotes de 18 cerdas alojadas en grupos de 6.
Entre el día 11 y 107 de gestación se estudiaron tres patrones de alimentación: una, dos o tres comidas al día pero con la misma cantidad de pienso diaria. Los parámetros medidos fueron la condición corporal (PV y grosor de la grasa dorsal) y el comportamiento de las cerdas.
La frecuencia de alimentación no afectó a la condición corporal pero sí al comportamiento de las cerdas; las que sólo recibían una comida al día tenían más “actividad oral no relacionada con la alimentación” probablemente relacionada con la frustración de ver a otras cerdas comiendo. Por otro lado las cerdas alojadas en grupo estaban más tiempo de pie que las alojadas individualmente.
Si estas actividades, y el gasto energético que conllevan, no se tienen en cuenta en la ración, podría suponer una diferencia de más de un milímetro de grasa dorsal al final de la gestación.
N. Quiniou 2003. Techniporc 26 (6): 21-26