Los efectos más pronunciados fueron los causados por el aumento en la concentración de amoníaco, provocando una disminución de las concentraciones de cortisol salival y mayor corteza suprarrenal, indicativo de un período de activación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal que conduce a una regulación a la baja de la producción de cortisol, así como menos juegos entre los animales en comparación en los corrales con niveles bajos de amoníaco. Se detectó también una interacción entre un elevado ruido y la concentración de amoníaco sobre la salud de los cerdos y de más luz para mejorar el efecto del amoníaco sobre las concentraciones de cortisol salival. Sin embargo, no hubo un impacto mensurable de estos factores de estrés potencial en la productividad de los cerdos o de cualquiera de los otros parámetros fisiológicos medidos.
El estudio concluye que teniendo en cuenta que en la presente investigación todos los demás aspectos de la cría de los cerdos eran óptimos, es posible que en condiciones menos favorables, se observen efectos más pronunciados del amoníaco, el ruido y la luz a los observados en este estudio.
E. A. O’Connor, M. O. Parker, M. A. McLeman, T. G. Demmers, J. C. Lowe, L. Cui, E. L. Davey, R. C. Owen, C. M. Wathes and S. M. Abeyesinghe. Behaviour, welfare and health The impact of chronic environmental stressors on growing pigs, Sus scrofa (Part 1): stress physiology, production and play behaviour. animal (2010), 4: 1899-1909.