Si bien respecto al recuento de leucocitos no hubo diferencias entre tratamientos, si que se observaron diferencias significativas en relación con los niveles de cortisol, siendo estas más elevadas en el caso de los cerdos castrados y castrados con anestesia de corta duración en comparación con los controles a los 30 y 60 minutos tras la castración. El porcentaje de vocalizaciones debidas al estrés fue mayor en los lechones castrados en comparación con los lechones control, independientemente del tratamiento anestésico. Los lechones castrados pero sin ningún tipo de anestesia pasaron más tiempo sin establecer contacto en comparación con los castrados con anestesia local, independientemente del tipo de anestesia tópica administrada. En relación con el peso corporal, este no difirió entre los tratamientos a las 24 horas tras la castración o simulación mientras que la cicatrización fue mayor en los lechones castrados con anestesia de corta duración en comparación con los control y los castrados con anestesia de larga duración entre los días 9 a 14 tras la castración.
Según los resultados, bajo las condiciones de este estudio, el uso de un anestésico tópico de corta o larga duración no fue eficaz para reducir el dolor y angustia causadas por la castración. Se hace necesario realizar más investigaciones para evaluar métodos alternativos que permitan reducir el dolor causado por la castración.
M. A. Sutherlanda, B. L. Davis, T. A. Brooks and J. J. McGlone. Physiology and behavior of pigs before and after castration: effects of two topical anesthetics. animal. 2010. Vol. 4: 2071-2079.