Durante el estudio varios cerdos fueron inoculados de forma experimental con el PCV2 y a los 14 días post-infección se recogieron muestras de músculo esquelético, médula y tejidos linfoides que fueron analizados para presencia del DNA viral mediante PCR, para presencia del antígeno mediante inmunohistoquímica (IHC) y para presencia del PCV2 infeccioso mediante aislamiento del virus. La analítica mostró que los tejidos linfoides eran los que contenían la mayor cantidad de PCV2 (positivos para PCR, IHC y aislamiento viral), seguido por la médula con una menor cantidad (positivo para PCR e IHC pero negativo al aislamiento del virus) y por último el músculo esquelético (positivo para PCR pero negativo para IHC y aislamiento del virus). Posteriormente, cerdos libres del virus fueron alimentados durante 3 días consecutivos con músculo esquelético, médula o tejidos linfoides observando como la PCR realizada sobre muestras de suero a partir del 7 dpi mostraba como todos los animales eran virémicos y se habían seroconvertido. Además, en la mayoría de estos cerdos alimentados con los tejidos infectados, se detectó el antígeno para PCV2 en tejidos linfoides e intestinales.
Opriessnig T., Patterson A.R., Meng X.J. and Halbur P.G. Porcine circovirus type 2 in muscle and bone marrow is infectious and transmissible to naïve pigs by oral consumption. Veterinary Microbiology, 2008. (In press).