Para comprobar esta hipótesis se alteró el patrón de ingestión de pienso y se midió el EGD, se utilizaron 24 hembras de 5,5 kg de PV inicial que se separaron en tres grupos distintos:
- AA, alimentación Ad libitum durante todo el experimento
- AR, alimentación Ad libitum hasta los 40 y restringida hasta el sacrificio
- RA, alimentación restringida hasta los 40 kg y Ad Libitum hasta el sacrificio.
Todos los cerdos fueron alojados individualmente en condiciones de termoneutralidad y todos recibieron la misma dieta. Después del sacrificio se midió el EGD en P2 y la composición química de la canal de todos los animales.
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Se confirmó la hipótesis; cuando el consumo de alimento se restringió hasta los 40 kg de PV y después fue ad libitum los cerdos tenían más EGD en P2 (p<0,05) que los cerdos que comieron menos en la segunda parte del experimento. A pesar de estas diferencias en P2, no se encontraron diferencias en el contenido total de grasa o proteína de la canal.
Se concluye que el patrón de consumo de pienso puede explicar gran parte de las diferencias en el EGD en P2 que se encuentra en los engordes. Se ha visto que la grasa total no varió, lo que demuestra que EGD en P2 no es un buen estimador de la grasa corporal.
M. Trezona, B.P. Mullan, R.H. Wilson y I.H. Williams. Manipulating Pig Production VII (1999). Pg 119