Los animales, permanentemente canulados, fueron expuestos a: N1, un ruido de 90dB durante 2h al día; N2, el mismo estímulo tres veces a la semana; ningún ruido (grupo control).
Los N1 tuvieron un aumento de CBG en la primera semana. Durante la emisión del ruido, se detectó un incremento del ACTH plasmático y de los valores de cortisol en los N1 durante la primera semana, seguido por una disminución hasta la semana 4. En los N2 la respuesta de ACTH y cortisol incrementó tras la primera semana, siendo más elevada en la cuarta. Asimismo, el estrés auditivo causó un incremento en los GR del hipocampo en los N2, pero no en la amígdala ni en los valores hipotalámicos de CRH. También hubo, en los N1, cambios estructurales en la glándula adrenal.
Este estudio muestra cómo las exposiciones a ruidos repetidos pueden afectar substancialmente la productividad del animal, su salud y bienestar.
E Kanitz, W Otten y M Tuchscherer. Central and peripheral effects of repeated noise stress on hypothalamic–pituitary–adrenocortical axis in pigs. 2005. Livestock Production Science. 94(3):213-224