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Efecto de la alimentación en cerdas jóvenes sobre su desarrollo y rendimiento reproductivo en el primer ciclo

Para obtener un rendimiento óptimo de las cerdas reproductoras, aparte de la genética, la nutrición durante el desarrollo también es un factor decisivo.
2 agosto 2001
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Durante el desarrollo de las cerdas reproductoras es necesaria una nutrición adecuada que nos permita maximizar su rendimiento. Para conseguir este objetivo se investigó la influencia que tenían distintos patrones de crecimiento sobre el desarrollo y el posterior rendimiento reproductivo de cerdas en su primer parto.
Se alojaron individualmente 286 hembras de 13 semanas de vida (43Kg de PV) y se sometieron a tres regímenes de alimentación hasta las 25 semanas de vida: *Restricción todo el periodo (74% ad libitum)
*Ad libitum todo el periodo
*Control (ad libitum hasta los 100Kg y 90% ad libitum hasta las 25 semanas)
Las cerdas se inseminaron al primer celo y a los 105-110 días de gestación fueron alojadas en salas de maternidad o llevadas al matadero (donde se anotó el peso, el número y el estado de los fetos).
Las cerdas con alimentación restringida consumieron un 25.6% menos de pienso (p<0.01) que las cerdas del grupo control hasta la semana 25 de vida, aunque posteriormente se observó crecimiento compensatorio durante la gestación. Al final del primer ciclo productivo las cerdas con alimentación restringida consumieron un 12% menos que el grupo control a pesar de que sólo pesaban un 1% menos e incluso el grosor de la grasa dorsal era ligeramente superior (n.s.). No se observaron diferencias en el rendimiento reproductivo entre los tres tratamientos.
Una restricción moderada (74% ad libitum) de alimento durante el periodo de crecimiento y desarrollo (13-25 semanas) de las nulíparas supone un ahorro significativo de pienso sin que se comprometa la productividad posterior, la eficiencia de producción de lechones (expresada como lechones por kilo de pienso) fue superior en las cerdas con alimentación restringida.

J.Klindt, J.T. Yen y R.K. Christenson. Journal of Animal Science 2001. 79:787-795

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