En el primer experimento, 945 hembras de engorde entre 29,9 y 44 kg de PV fueron separadas en cinco grupos alimentadas con niveles crecientes de lisina digestible real mediante la inclusión de harina de soja (0,80; 0,90; 1,00; 1,10 y 1,20%). La GMD y el IC aumentaron cuadráticamente con el incremento del nivel de lisina (875; 934; 966; 930 y 934 g/d; p<0,001) y (2,01; 1,90; 1,82; 1,82 y 1,84; p<0,001).
En el segundo experimento, 840 hembras de engorde entre 44 y 67 kg de PV fueron separadas en cinco grupos alimentadas con niveles crecientes de lisina digestible real mediante la inclusión de harina de soja (0,75; 0,85; 0,95; 1,05 y 1,15%). La GMD y el IC aumentaron cuadráticamente con el incremento del nivel de lisina (1048; 1075; 1089; 1070 y 1070 g/d; p<0,12) y (2,23; 2,16; 2,14; 2,13 y 2,12; p<0,001).
Estos datos indican que las necesidades de lisina digestible para hembras de engorde entre 30-44 kg y 44-67 kg son 1,00% y 0,95% respectivamente.
P. Srichana, A. M. Gaines, B. W. Ratliff, G. L. Allee y J. L. Usry 2004. Journal of Animal Science Vol. 82, Supplement 2. Ref 155