Se trata de una etiqueta de color azul colocada en el envase que permite controlar de forma ininterrumpida la cadena del frío de la mercancía. Dicha etiqueta contiene un colorante especial que se destiñe en el momento en que la temperatura de la carne sobrepasa un cierto límite.
Las pruebas realizadas para la implantación del sistema demostraron que la decoloración de la etiqueta coincidía temporalmente con el deterioro microbiológico, enzimático y sensorial de la carne.
Jueves, 16 de octubre de 2003/MAPA-Noticias Exterior
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