El contenido medio de yodo en el músculo gracilis fue de 25,6 ± 15.54 µg I/kg materia fresca. Se observaron variaciones del contenido de yodo en este músculo tanto entre las diferentes razas analizadas como entre explotaciones. En este último caso el rango se encontraba entre los 8,5 a 66,2 µg I/kg MF. Las diferencias observadas podían ser causadas por una diferente saturación del yodo en los cerdos de diferentes explotaciones, por las necesidades fisiológicas, la manifestación o capacidad fisiológica de utilizar la fuente de yodo o el efecto potencial de los goitrogenos y de las condiciones ambientales.
Respecto al consumo de yodo por parte de los humanos, en la dieta debe tenerse en cuenta el yodo aportado por la carne de cerdo. Si el consumo medio de carne de cerdo al año per capita es de unos 40,9 kg y suponemos según los resultados de este estudio que el contenido en yodo es de 25,6 µg/kg, la ingesta media anual de yodo a través de la ingesta de carne de cerdo sería de 1047 µg, lo que corresponde a un 1,4 a 2,4% de las necesidades de yodo por persona y año.
I. Herzig, J. Travnicek, J. Kursa, V. Kroupova. The content of iodine in pork. Vet. Med. – Czech. 2005. Vol. 50 (12): 521–525.