Este estudio indica que las primerizas que atacan a sus lechones tienen tendencia a seguir mostrando un comportamiento agresivo hacia los lechones en posteriores ciclos.
Esto subraya la necesidad de llevar a cabo un seguimiento riguroso de las primerizas, principalmente en las granjas con sólo cerdas de primer parto, y sugiere que la agresividad en primerizas podría ser usado como criterio de eliminación.
Harris MJ, Li YZ, Gonyou HW. Savaging behaviour in gilts and sows. 2003. Canadian Journal of Animal Science. (83):819-821